Depilación con cera
La depilación con cera, es de las técnicas de depilación más versátiles y comunes que existen. Es por ello que, a pesar de que han aparecido nuevos métodos de depilación, la eliminación del vello no deseado usando cera sigue siendo la más popular.
La depilación con cera permite deshacernos del vello no deseado tanto en zonas grandes como pequeñas de nuestro cuerpo. Simplemente consiste en extraer el vello desde el folículo piloso por debajo de la dermis. Este mecanismo, aunque un poco doloroso las primeras veces, nos permite mantener una piel libre de vellos por al menos tres semanas. Para realizarla, se aplica una capa de cera y luego se saca de un tirón rápido, en seco y en dirección opuesta al nacimiento del vello.
Independientemente del tipo de cera que uses, caliente, fría, roll-on o en bandas, es importante que tomes en cuenta ciertas consideraciones antes de llevar a cabo el proceso que serán fundamentales para una correcta depilación:
- Uno o dos días antes realiza una exfoliación suave para eliminar céluas muertas y liberar el vello enquistado
- Prepara tu piel. Mantenla limpia, seca y libre de cualquier producto grasoso como lociones o cremas humectantes. De esta forma permitirás que la cera se adhiera mejor a tu piel.
- Esparce la cera siempre en sentido al crecimiento o nacimiento del vello y trabaja en pequeñas secciones. Esto te dará más control y mejorarás la eficacia del proceso.
- Tira de la cera o la banda depilatoria esta vez en sentido contrario al crecimiento del vello. Es importante tirar con fuerza y rapidez para reducir la sensación de dolor en la zona donde retiras la cera.
- Repasa el vello rebelde sin eliminar con pinzas cosméticas (de cejas por ejemplo.
- No apliques la cera más de una vez en el mismo lugar, ya que puede dañar tu piel y ayuda a tu piel a recuperarse colocándole gel en base a aloe vera. Este paso es esencial para calmar tu piel.
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